- Breve reseña de mi historia como persona ciega:
Aunque el tema específico de esta conferencia es la enseñanza de la matemática a personas con discapacidad visual, haré primero una breve referencia a mi historia personal, ya que he participado de esta problemática desde los diversos roles con que puede intervenirse en ella. Tuve baja visión desde pequeño y cursé mi escolaridad primaria en uno de los grados llamados entonces "De Preservación Visual". Fui estudiante ciego en toda la escuela secundaria y en toda mi carrera universitaria, y luego docente, sin dejar, como nos ocurre a muchos, de ser de alguna forma estudiante.
- Breve referencia histórica sobre la situación en la República argentina a través del tiempo:
La escuela especial, la integración y la inclusión. El reflejo de estas etapas en la Universidad. Ley Sagarna y decreto 1876/85.
- ¿Cuál es el sentido de la presencia de un estudiante ciego o con baja visión en una clase de matemática?
Aunque esta pregunta parezca absurda, no son pocos los docentes que se la formulan y tampoco quienes creen encontrar la respuesta asumiendo una actitud que lleva a una inaceptable disminución de la exigencia. Esto, lamentablemente frecuente en la escuela secundaria, determina serias dificultades ante el ingreso a la universidad. Si bien es cierto que la persona con discapacidad necesita de algunas adaptaciones, en ningún caso deben evaluarse a priori sus capacidades en función de la discapacidad.
- El sistema de lectoescritura:
Para emprender cualquier estudio, pero más aún para estudiar matemática, es esencial manejar con fluidez un sistema de lectoescritura. En el caso de las personas ciegas, el único sistema de lectoescritura que, por otra parte, lleva casi dos siglos de conocido en el mundo entero, es el sistema braille. Este sistema, basado en las combinaciones de seis puntos, ha sido desde su creación la vía más frecuentada por las personas ciegas en el camino hacia su alfabetización y es hoy por hoy vehículo de cultura en su más amplia expresión. Cada carácter del sistema braille es una combinación de seis puntos. Esos caracteres permiten representar las letras, los números, los signos de puntuación, etc. Pero además fue necesario a través de los años crear diversos códigos que permitieran, con esas mismas combinaciones, representar partituras musicales, expresiones matemáticas y representaciones relativas a otras especificidades. En este sentido conviene puntualizar que la informática es un complemento magnífico pero no un reemplazo del braille. El sistema braille es lineal; se requiere entonces un código que permita transcribir las diversas posiciones relativas de los términos de una expresión matemática determinada.
- Cómo debe ser una clase de matemática en la cual participen personas ciegas: el uso del pizarrón:
Hay varias técnicas de las cuales pueden valerse el profesor y el alumno ciego para aprovechar una clase. Desde ya que, en el caso particular de mi paso por la escuela secundaria, el contar con un texto impreso en sistema braille al cual consultar antes y después de la clase fue una herramienta muy útil. El profesor puede "recitar" las expresiones que escribe en el pizarrón a medida que va desarrollando su explicación. Esto le permite al alumno ciego tomar notas, ya sea escribiendo en braille o grabando la clase para luego elaborar su apunte escrito. Varios países de la Unión Europea han participado en la elaboración de un programa informático llamado lambda que facilita enormemente la comunicación entre el docente y el alumno cuando uno de los dos carece de visión. Este programa refuerza en particular la vigencia del sistema braille.
- Tipos de percepción:
La percepción, por parte de una persona ciega, de una fórmula matemática escrita en braille o de un gráfico en relieve difiere esencialmente de la que desarrollan las personas con visión normal. Una persona que ve tiene una percepción global, que le permite una apreciación a priori, mientras que la persona ciega debe ir leyendo y elaborando mentalmente esa visión global que es posterior y se produce, por lo general, en un lapso mayor. Es esencial que tanto el alumno cuanto el profesor tomen cabal conciencia de esto y lo asuman en su quehacer cotidiano, sin que de ningún modo suponga esto una disminución en la exigencia.
- Actitud del estudiante:
Ahora bien. No sólo la sociedad debe asumir su obligación frente a la discapacidad. El estudiante ciego o con baja visión también debe cumplir con aquello que le corresponde.
- a) Disponer de todos los medios a su alcance (no necesariamente de todo lo que existe).
- b) Formación académica acorde con el nivel que deberá afrontar cuando intente llegar a la universidad.
- c) Conocer lo mejor posible sus limitaciones y sus capacidades.
- Evaluación:
En la evaluación debe tenerse en cuenta lo esencial del tema a evaluar. Los ejercicios no deben ser innecesariamente engorrosos, ya que el tiempo que el estudiante ciego necesita para resolver un problema será en general mayor que el que requiere una persona con visión normal.
En caso de un examen escrito, una posibilidad puede consistir en dar al estudiante ciego el mismo tiempo que a los demás para resolver los ejercicios e interrogarlo acerca de sus respuestas, inmediatamente después de terminada la prueba.
En cuanto a los gráficos, es importante que el alumno los entienda y, dentro de lo posible, que sepa elaborarlos; pero la confección del gráfico no debe formar parte de la evaluación.
- Consideraciones finales:
La contención familiar indudablemente favorece el desempeño del estudiante con discapacidad visual. Sin embargo, diferentes causas hacen hoy más difícil que en otros tiempos el contar con ese apoyo. Es aquí donde el rol docente adquiere mayor trascendencia.
También es cierto que la transcripción al Braille de un texto de matemática es hoy más complicada que en otras épocas debido a que las ediciones en caracteres visuales hacen uso de cuadros y gráficos que para su transcripción adecuada requieren una interpretación acabada del sentido que les da el autor.
El editor matemático lambda presta una ayuda importante al estudiante ciego para resolver algunas situaciones. Pero si bien los adelantos tecnológicos son importantes, no son imprescindibles y aun cuando se contare con ellos es necesario que el estudiante ciego utilice y valore los servicios que le presta el sistema braille como su único sistema de lectoescritura.
A partir de la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad, ya no se interpreta la inclusión de los discapacitados en los diversos niveles de la enseñanza como una concesión, sino como un derecho inalienable que estas personas han adquirido.
En diferentes universidades argentinas se han creado organismos para eliminar las barreras que genera la discapacidad a los estudiantes universitarios. Si bien esta actividad es aún incipiente, estos organismos pueden contribuir -y de hecho lo hacen- en el logro de una mejor inclusión.
Hay personas que creen que la escuela especial ya no tiene razón de ser. Más allá de alguna función específica que aún debe cumplir, tal como la atención de ciertos estudiantes de nivel primario que no están en condiciones de ser incluidos en establecimientos regulares, existen nuevos desafíos: entiendo que es desde una reformulada escuela especial desde donde puede brindarse un aporte fundamental en la capacitación de los docentes de todos los niveles para que incluyan adecuadamente en sus clases a estudiantes con discapacidad visual.
Es también deseable una apertura de los profesores de las escuelas comunes y de las universidades para interactuar con los profesionales de la discapacidad y con los alumnos respetando sus características.
Para ello será necesaria una estructura permanente que coordine las acciones tendientes a la real inclusión de la persona con discapacidad visual. La interacción entre los diferentes actores sociales deberá ser orgánica. Estar prevista y no planificarse y desarrollarse ante la aparición (a veces imprevista) de un alumno con discapacidad. La responsabilidad primaria en este aspecto recae sobre las instituciones vinculadas con la discapacidad. Pero todos los involucrados deberán sumar sus esfuerzos.
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